lunes, junio 12, 2006

De quien es la decisión??????

Es todavia creible que el poder eclesiastico se pronuncie acerca de una decisión que no le corresponde?, desde cuando la iglesia católica se preocupa tanto por la vida, o será mejor que todavia sigue con la preocupación de castigar. Al igual que muchos no estoy de acuerdo con una sexualidad irresponsable teniendo tantos métodos para prevenir estas situaciones, y que todos tenemos derecho tanto hombres como mujeres de vivir como nos antoje, pero quien tiene la responsabilidad de decidir sobre nuestras vidas, quien se pone en la posición de una mujer soltera (por citar solo un ejemplo), con problemas económicos, en un país donde la pobreza mental abunda, en donde los habitantes desperdician muchas de sus oportunidades, y en donde esas oportunidades son muy escasas para llegarse a equivocar. No podemos juzgar a una mujer que no posee las facultades normales para educar un niño, por abusos que hayan tenido sobre ella, ni siquiera podemos juzgar a alguien que piensa perder a su hijo por problemas que le impidan a este un desempeño normal en un país que no brinda igualdad a sus pobladores, donde la gente se muere de hambre, donde solo el 7% es profesional, donde 21 millones 953 mil personas son pobres segun estudios del 2005 (y no me pregunten que es ser pobre para el estado, utilizando cualquier palabra porque "estado" no es), si protejemos la vida, no creo que la mejor forma de hacerlo es castigando o impidiendo el aborto en circunstancias especiales (violación, peligro de muerte de la madre, mal formaciones de feto), porque mas importante que la vida es una vida digna, ya basta de vivir con dobles morales, valores patriarcales, pensamientos anti-anticonceptivos (deduzcan). La iglesia como sus seguidores deberían de empezar en hacer la figura de la adopción efectiva, y no empezar a acudir a la demagogia, acerca de una situación en donde se creen con derecho moral de intervenir sin efectuar ACCIONES contundentes y precisas, que protejan a la niñez existente, que eliminen la posibilidad de acudir a elecciones desesperadas por parte de mujeres desorientadas, solas, con hambre, golpeadas, sin mas oportunidades.